Y nos siguen engañando...

Si, lo he dicho bien, nos siguen engañando puesto que modifican las formas, pero nadie cambia el fondo. Y hablo de la publicidad.
Me da igual que anuncien pomadas para las hemorroides o alimentos para animales. En la publicidad se siguen repitiendo los estereotipos sexistas de siempre. Pero eso sí, ahora los mensajes están mucho más camuflados. Ahora ya no aparece toda la familia sentada a la mesa y la mamá sirviendo una estupenda sopa de la marca que se quiere promocionar porque ya no es politicamente correcto que las tareas domésticas unicamente las realicen las mujeres.
Pero en cambio es perfectamente asumible el papel de madresposa (término acuñado por la maestra Marcela Lagarde) de la mujer mirando con condescendencia a su pareja cuando le ve mejor de las hemorroides al haberle recordado que debía aplicarse la pomada.
Es sencillamente deleznable que ningún publicista se cuestione cambiar el fondo de los mensajes sexistas que transmiten esos "consejos publicitarios" como algunos les llaman.
No entiendo como a algunos dirigentes se les llena la boca con que somos un pais moderno, a la altura de los más avanzados y son incapaces de poner barreras a este tipo de mensajes que calan en la sociedad y marcan modelos con el único fin de seguir vendiendo, pomadas para las hemorroides o un lavavajillas tan moderno que hasta un hombre lo puede poner en marcha.
Y luego hay gentes atrevidas que, cuando algunas nos quejamos nos llaman en tono despectivo aquello tan manido de "Ya está esta de nuevo con el tema de las chicas...¡Pero si ya somos iguales en todo!". Pues aquí hay una muestra más de que eso no es cierto. Seguimos sin ser iguales en absoluto.
Y algunas lo seguiremos denunciando.
Ben cordialment.
Teresa