Mujeres y política

En estos momentos de mi vida me encuentro ejerciendo la política local y por eso me he atrevido a hablar del tema.
Es muy gratificante el hecho de poder representar a muchas mujeres que, antes y despues de las que estamos ahora, seguirán sin atreverse a dar el paso de tomar la palabra pública.
Tenemos una responsabilidad con ellas y la hemos de cumplir. Y más que una responsabilidad diría que un compromiso social.
Pero de nuevo y, como en casi todos los espacios tradicionalmente masculinos, nos encontramos los escollos que salvar por nuestro atrevimiento al invadir esos espacios.Los espacios públicos siguen siendo el resultado de miles de años de formas de actuar en masculino. Las formas de gestionar los intereses colectivos, siguen siendo masculinas. Y por supuesto la utilización de los tiempos sigue siendo masculina.
Y las que estamos, corremos el riesgo de hartarnos al ver que, mayoritariamente, ellos siguen sin "ver" que nosotras estamos, somos y queremos hacer las cosas de otro modo. Siguen siendo menos democráticos en las formas y en los fondos.
Siempre he defendido la palabra como elemento básico para la resolución de conflictos. Y en parte, eso es la política.
Y la palabra es para que las personas podamos intercomunicarnos, no solamente para enviar mensajes y sin tener (o a veces querer tener) ninguna capacidad para recibirlos, aunque estén cifrados en el mismo idioma. Eso es lo que a veces les pasa a mis compañeros de trabajo de este momento de mi vida. Que a veces sólo tienen capacidad para escuchar-SE a sí mismos y esa actitud nos empobrece a toda la comunidad.
Supongo, espero y deseo que esas excepciones que siempre existen, sean el modelo a seguir en un futuro por los chicos que se quieran dedicar a esto de la política.
Desde el colectivo de mujeres que estamos en lo público, en cualquiera de sus facetas o ámbitos, les animaremos a cambiar las formas y, por supuesto los fondos de sus mensajes.
Ben cordialment.
Teresa