Responsabilidades familiares
La incorporación de la mujer al mundo laboral ha supuesto una revolución en nuestra sociedad moderna.
Ha sido, quizás, una de los cambios sociales más profundos que se han llevado a cabo y que posiblemente menos se haya estudiado.
Pero esta incorporación al mundo del trabajo remunerado por parte de las mujeres no ha sido compensada con un nuevo orden de responsabilidades en el ámbito familiar.
Así, el cuidado de las personas menores, mayores, enfermas o dependientes que conviven en las familias sigue siendo una responsabilidad mayoritariamente de las mujeres.
Los varones, en su gran mayoria, no han asumido ese nuevo rol de los cuidados familiares. Algunos de ellos, incluso cuando echan una mano en las tareas domésticas, llegan a tomarlo como una "ayuda" en lugar de tenerlo como una corresponsabilidad.
Los Gobiernos avanzan en legislaciones más igualitarias. Buscan soluciones laborales para que se puedan conciliar la vida laboral y familiar y/o personal de las personas trabajadoras, pero la realidad sigue inponiéndose: las mujeres trabajadoras seguimos trabajando una media de tres horas diarias más que los hombres trabajadores cuando llegamos a nuestras casas.
El factor cultural es obvio, como también lo es el hecho de que la situación haya mejorado en los últimos veinte años.
Aún así, mujeres y hombres seguimos teniendo un reto pendiente: la corrresponsabilidad en el ámbito familiar, tanto en tareas como en los cuidados que nuestros seres más cercanos necesitan de nosotros.
Eso, tambien forma parte de la equidad en las relaciones entre mujeres y hombres.
Teresa
Ha sido, quizás, una de los cambios sociales más profundos que se han llevado a cabo y que posiblemente menos se haya estudiado.
Pero esta incorporación al mundo del trabajo remunerado por parte de las mujeres no ha sido compensada con un nuevo orden de responsabilidades en el ámbito familiar.
Así, el cuidado de las personas menores, mayores, enfermas o dependientes que conviven en las familias sigue siendo una responsabilidad mayoritariamente de las mujeres.
Los varones, en su gran mayoria, no han asumido ese nuevo rol de los cuidados familiares. Algunos de ellos, incluso cuando echan una mano en las tareas domésticas, llegan a tomarlo como una "ayuda" en lugar de tenerlo como una corresponsabilidad.
Los Gobiernos avanzan en legislaciones más igualitarias. Buscan soluciones laborales para que se puedan conciliar la vida laboral y familiar y/o personal de las personas trabajadoras, pero la realidad sigue inponiéndose: las mujeres trabajadoras seguimos trabajando una media de tres horas diarias más que los hombres trabajadores cuando llegamos a nuestras casas.
El factor cultural es obvio, como también lo es el hecho de que la situación haya mejorado en los últimos veinte años.
Aún así, mujeres y hombres seguimos teniendo un reto pendiente: la corrresponsabilidad en el ámbito familiar, tanto en tareas como en los cuidados que nuestros seres más cercanos necesitan de nosotros.
Eso, tambien forma parte de la equidad en las relaciones entre mujeres y hombres.
Teresa
2 Comments:
Al respecto de lo que comentas se hace mas claro y mas presente en esta epoca. Tengo una hija de 3 años y es la primera y de repente, bueno, yo trabajo y me doy cuenta que la profesora viene y me dice: hay que hacerle un traje a la niña para la fiesta de navidad, mañana es la fiesta tienes que venir mas temprano...y veo un monotn de madres azarosas a mi alrededor..y yo tengo 36 años...y me veo retrocediendo hace 34 años cuando mi madre ni siquiera se cuestionaba si tenia que hacerme el traje para la fiesta...y pues no me gusta la sensacion que estoy teniendo..otra vez entre la espada y la pared. Yo no soy peluquera, ni costurera, ni patronista...alguien le ha preguntado al padre? y encima me siento mal!!!
By Anónimo, at martes, diciembre 13, 2005 3:33:00 p. m.
Este mundo está pensado para gente que no tiene hijos, o para familias en las que uno trabaja y otro, generalmente otra, se ocupa de los hijos y del bienestar de todos en general, así de absurdas son las cosas. Las escuelas, los trabajos, todo se sustenta en ese supuesto no explícito. Y nosotras que estudiamos, que buscamos nuestros trabajos, que nos creímos mujeres liberadas, iguales que nuestros compañeros, nos encontramos con que buscamos trabajos de 8 horas o menos, para poder ajustar nuestros horarios a los de nuestros hijos e hijas, no importa que sean peor pagados, que no tengan proyección profesional, que sean precarios... Y lo peor de todo es que te parece lo normal hacer todo esto. De verdad somos iguales? Ellos también buscan sus trabajos partiendo de esa premisa? y cuando le dices a tu compañero, oye, estás fuera de casa 10 horas, te dice, es que yo no puedo cambiar los horarios de mi empresa...ni se les pasa por la cabeza, jodido! pues por ahí es por donde hay que empezar, porque le den la misma importancia que nosotras le damos, y porque entre todos y todas nos repartamos la tarta, que yo quiero comerla en plato y con tenedor, como ellos.
By Anónimo, at miércoles, diciembre 14, 2005 10:40:00 a. m.
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