Yo también quiero que nos pidan perdón a las mujeres

Ayer, en uno de los informativos del mediodía, me encontré al presidente de la Conferencia Episcopal Española y Obispo de Bilbao, Sr. Blázquez, instando a la banda ETA a pedir perdón a sus víctimas por "el mal causado".
En pleno proceso de negociación y, desde mi punto de vista, debería haber sido más cauto, pero en cualquier caso, no es sobre eso sobre lo que hoy quiero opinar.
Si el Sr. Blázquez es capaz de pedir a ETA que pida perdón, yo me pregunto: ¿Qué problema tiene la Iglesia para pedir perdón a las mujeres por todas las tropelias que a lo largo de la historia han cometido con nosotras?.
¿Acaso el perdón es sólo cosa de hombres para con hombres y a las chicas no se nos debe pedir perdón nunca, a pesar de haber sido y seguir siendo violadas, mutiladas, asesinadas, etc... sin que los miembros de la misma iglesia del Sr. Blázquez digan ni una sola palabra de condena contra estos actos, ni ahora ni antes?
¿Hemos de olvidar la cantidad de mujeres a las que la Inquisición, brazo torturador de la iglesia que representa el Sr. Blánquez, quemó en las hogueras unicamente por desear su propia libertad y tener acceso a la cultura?.
Me pregunto porqué ellos, la Iglesia Oficial, no nos pide perdón por todo eso y por miles de años de represión a las mujeres que hoy, indefectiblemente tenemos unos cuántos problemas, sobre todo psicológicos, por culpa de sus enseñanzas reaccionarias y castradoras de las libertades individuales, sobre todo de las mujeres.
Pero por lo visto ellos, esos hombres de faldas largas y negras, quedan exentos de pedirnos perdón a las mujeres por todo el mal que nos han hecho y, al mismo tiempo se atreven a decir a los demás cómo, cuando y porqué han de pedir perdón.
En mi casa esta actitud tiene un nombre: HIPOCRESÍA.
Ben Cordialment.
Teresa.